¡Qué bien! De una vez por todas te has decidido a implementar el ERP que mejorará la gestión de tu negocio. Será un gran cambio. ¿Qué lo quieres ya? Para el carro.
El tiempo que se dedica a un proyecto puede variar mucho yendo des de un mes a dos años. Esta diferencia de períodos se debe a que cada cliente necesita unas características concretas y, según el tamaño de su empresa o del proyecto, se demorará más. Así, se debe tener en cuenta la adaptación y personalización de la implementación a cada uno de los usuarios. Además, ya hablamos de la importancia de la planificación y la calma en nuestro blog.
Entre un mes y dos años
Es cierto que debemos dedicar el tiempo necesario a cada plan de implantación, y que este se puede extender porque dependen de una variable vital: el cliente. Aun así, un proyecto que se demora más de dos años en su arranque… No es un buen proyecto. Durante estos dos años, la tesitura tecnológica puede haber experimentado muchos cambios. De ese modo, todo el trabajo hecho previamente puede quedar desfasado debido a la gran velocidad de la evolución tecnológica.
El duo inseparable: tiempo y metodología
La metodología escogida y empleada para llevar a cabo un proyecto tiene una relación estrecha con el tiempo que se dedica al proyecto. Así, hay algunos métodos que permiten realizar un arranque en un breve periodo de tiempo, y otros que, aunque se extiendan más, son más efectivos. ¡Hay de todo, y para todos!
En el caso de Dynamics 365bc, optamos por la metodología de implementación en espiral, la cual ya os la comentamos en un blog anterior. La premisa del método es muy sencilla: fragmentar el proyecto genérico en pequeñas partes que se van entregando. En este caso, el cliente va verificando los avances, o bien, manifiesta los cambios que desea aplicar. Así, el usuario revisa constantemente hasta dar el visto bueno definitivo. Por ese motivo, se llama metodología de la espiral: supone partir de un punto concreto e ir verificando, y añadiendo capas.
El compromiso es indispensable
En Dynamics 365bc afirmamos que este es el mejor método para implementar un ERP porque nos comprometemos a cumplir los plazos establecidos. De ese modo, si el cliente también presenta el compromiso y adopta una manera de trabajo ágil en la verificación y revisión de las pequeñas entregas, el proyecto avanza a un ritmo rápido, ágil y efectivo. En cambio, si no hay un empeño simétrico por ambas partes implicadas, y se experimentan demoras en las respuestas, el proyecto puede sufrir diversas demoras que afecten al tiempo total de la implantación y en su arranque.
Por ese motivo, no se puede establecer un tiempo de implementación fijo, sino que este fluctúa según el trabajo y agilidad del cliente y de la consultoría en cuestión.
En términos genéricos
Des de nuestra amplia experiencia, hemos observado que, habitualmente, se entregan microproyecto cada dos días. En primer lugar, dos semanas después de haber firmado el acuerdo del proyecto, se empiezan a entregar los procesos maestros. Después, se realizan las pantallas de operaciones como pedidos, facturas, incidencias, así como procesos relacionados (cálculo de rutas, por ejemplo). Otros microproyectos a entregar son los informes relacionados como el formato de factura, y, por último, la parte de Business Intelligence. Por último, otro tema que tenemos que tener en cuenta es la falacia del precio hora en la consultoría.